Necesito que me entiendas.
Disculpa
si te suena vulgar
que mendigue aceptación tan descaradamente.
Gorda no es eso,
eso:
lo contrario
de estar delgada,
de pesar poco,
del frasco pequeño,
de parecer más rodeable que saltable.
Nada que tenga que ver
con el sistema de pesos y medidas.
No.
Qué va.
Es lo otro.
Pasar miedo de tres a cinco veces al día,
tragar con todo,
no querer parar, no sé cómo, ayuda, todo esto que agarro y se va de las manos.
Es fingir en público,
revisar cada silla,
calcular cada hueco,
computar
suputar
recontar
alimento
tristeza
consuelo
chorizo
dulce
TOTAL:
Gorda es lo otro.
No mirarte,
no escucharte,
no sentirte,
convencer a tu cuerpo de que no tiene voz,
y menos algo que decir.
Es lo otro.
Elegir
estar llena
cuando estás harta.
Confundir el castigo con el premio,
negarse ambos,
conceder demasiado.
Es lo otro.
Ser esa
que nunca viste como ella quería,
que nunca se viste como ella querría,
que nunca se ve como ella, querida.
Esa que no hace cosas,
ni se lo permite.
Es lo otro,
lo otro:
mezclar placer y culpa
hasta que ya no los distingues.