Pascuas de este sí

Tenemos un problema: ahora,

¿quién osará afirmar que no se puede?

Si lo vimos nosotras, y ocurrió en este mundo arisco y descarnado,

en esta vulgar plaza en la que nos odiamos

casi por defecto.

Antes luchamos, pero ya era con pena;

temblando en cada piedra que, una vez,

hiciera tropezar la rebeldía.

Antes luchamos,

duda herida que no quiere dejarse ir en el sueño,

no del todo.

Tan adultos, tanto, tanto

protegimos el llanto del no que se venía,

cocinando discursos de fracaso con algo de poesía

(por si acaso).

Antes luchamos, sí, pero (lo admito)

con un techo de acero en nuestras miras.

Firmamos pliegos llenos de esperanza

solo porque alentar la gula de la muerte

nos comía la vida.

Y ahora que sí,

que se vino esta victoria inesperada reventando todos los esquemas

no sabemos qué hacer con la alegría.

¡Júbilo aterrador, no te acobardes!

Ya no es lícito decir: es imposible.

Ya no cuentan la excusas de este mundo.

Ya no hay perro que se coma los deberes.

Ahora que sí, dime, ahora

¿quién habrá de impedir

lo que nadie pudo imaginar?


Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar